Siguendo con el recorrido por México, y como parte de diversificar este viaje, no solo desde mi punto de vista, le pedí a Ariel que escribiera los siguientes días, así que con su clásico estilo al redactar, ha escrito una entrada que deja más que satisfecho, así como las fotos que aparecerán, son de él.
Antes que nada quiero agradecerte Manuel por hacerme formar parte de este relato sobre nuestras aventuras en tu querida tierra. Voy a continuar la ruta despues de aquella noche en el Pico de Orizaba y añadir que el pico no se nos escapa la proxima vez, aunque tengamos que ir con Kalashnikovs, jaja...
El Orizaba era nuestro primer objetivo paisajistico puro en el viaje, la idea era agarrar el atardecer e intentar algunas nocturnas del pico. La carretera, los mapas, el GPS y mas que todo la ansiedad por llegar a un sitio propicio para hacer las fotos nos jugaron una mala pasada y luego de dar vueltas por los alrededores llegamos a un punto donde el Orizaba se veia lejano, no era la vista que hubiesemos querido, pero ya era tarde.. el sol ya habia caido y solo quedaba la posibilidad de alguna nocturna. Aquel pastor de ovejas que paso con su rebaño a unos 50 metros cuando estabamos preparando los tripodes y apuntando los objetivos, nos echo el ojo y se fue sin decir palabra, 20 minutos mas tarde marco terreno como cual perro orina en su arbol, dejando caer una lluvia de perdigones sobre nuestras cabezas, aún recuerdo el zumbido de aquellos plomos cortando el aire. Nos miramos con Manuel y no lo podiamos creer... la primer anécdota del viaje ya estaba escrita a fuego en el libro.

Aquella noche dormimos en el primer albergue que encontramos y a la mañana siguiente reemprendimos camino, quizas Orizaba merecia una noche mas, pero aún nos quedaba la posibilidad de fotografiarlo a la vuelta. Tomamos la carretera en direccion a Veracruz, la primer parada ocurrio a pie de carretera, habiamos avistado las primeras garzas en una laguna. Aquel fue el primer contacto con la fauna mexicana que luego a lo largo de todo el recorrido se fue enriqueciendo cada vez mas nos ibamos yendo al sur. En la laguna hicimos algunas fotos, fue dificil acortar la distacia con aquellas garzas, ni bien percibian la presencia humana echaban a volar, y no era plan de camuflarse, sabiamos que mas adelante encontrariamos mas. Entablamos conversación con algunos pescadores de la laguna para luego seguir el viaje. E aqui la segunda cagada (anecdota) del viaje, habiamos equivocado camino. Ja, nuestro amigo el GPS empezaba a hacer de las suyas. La idea era ir a El Tajín, pero el GPS nos llevó a Veracruz, eran 150 kilometros ida y vuelta.. se habian hecho las 3 de la tarde y teniamos que decidir, ir o dejarlo. Fuimos. Manuel se puso la chapa de piloto, y en menos que canta un gallo estabamos disfrutando de las maravi

llas precolombinas. El Tajin me dejo con la boca abierta, nos pegamos un lindo recorrido por toda la ciudad, afotamos sin descanso durante un par de horas y volvimos en direccion Veracruz, ibamos a hacer noche alli pero aun estabamos con hambre de fotos, asi que seguimos un tramo mas, Manuel parecia Schummager aquel dia. Era la hora del atardecer y paramos en un pueblo costero. Caminamos buen rato por la costa para alejarnos de la civilizacion y encontramos un buen sitio para inmortalizar aquel ocaso. Llegamos bien esta vez y tuvimos tiempo de hacer buenas tomas. Aquella noche dormimos en San Andres Tuxtla.

A la mañana siguiente tuve que despertarlo a almuadazos a Schummager, pero merecio la pena el madrugón... emprendimos camino hacia la laguna de Catemaco, pero en el trayecto hicimos varias paradas, la mas interesante fue en el salto de Eyipantla. Recuerdo que estabamos mojándonos bajo la cascada, intentando inmortalizar la grandeza de aquel salto, cuando de repente aparecio un personaje como si sacado de la pelicula Apocalipto de Mell Gibson se tratase, cruzando los rápidos debajo de la cascada con su red de pesca y mostrando sus habilidades a la vieja usanza. Yo no salia de mi asombro, no podia creer mis ojos en aquel momento, sabia que ahí habia una buena foto. Gatillamos a mas no poder mil y una fotos. Luego de un buen plato de comida VERY CHILLY nos dirigimos a Catemaco, mi cuate sabia que ahi habia foto, él ya habia estado anteriormente, me habia comentado algo sobre los monos en una isla de la laguna, pero yo ya estaba contento con los resultados en la cascada.

La laguna se presento ante mis ojos como el paraiso en la tierra, hicimos un mini tour en lancha que fue tan intenso como revelador, descubrimos al menos 5 especies de aves, en tan solo 20 minutos que duro el paseo. Entre ellas, Cormoranes, los cuales estaban pescando justo al lado nuestro con su peculiar estilo Buzo, Garzas de todos los tamaños, Pelicanos y por ultimo una pareja de pájaros que no se como se llaman, pero que se pusieron a hacer Ñaca-Ñaca para la foto, jajaja. Como broche de oro aquella noche nos pegamos una buena cena a orillas de la laguna, suena romantico , no? hasta nos cantaron unos mariachis, jajaja.
Con ésto queda la tercera entrega de éste maravillos viaje por mi país, en dónde descubrimos la gran diversidad tanto paisajística como de fauna y culutral que existe en México.
La próxima entrega, la siguiente semana.
Un Saludo!